Iñigo Riki nos muestra su lado más vulnerable, desnudando su alma con canciones que nacen desde lo más profundo de sus entrañas. Acostumbrados a su faceta punk, esta vez nos sorprende con composiciones más sensibles y emotivas.
En este álbum, diversos estilos musicales se entrelazan de forma armoniosa: canciones rápidas y enérgicas, guiños al flamenco, y un toque nostálgico que recuerda al rock de los años 2000.
Los estribillos, cargados de emoción, te atraparán con coros pegadizos que invitan a cantar y disfrutar.